
Si paramos la pelota, y miramos alrededor, aseguro que solos no estamos, siempre algún gusano nos persigue. También podemos volar, y en el aire el gusano es mariposa, tan hermosa por fuera, pero tan fea por dentro como el gusano que nunca dejo de ser. Así es el hombre también, gusano feo de bebe, hermosa mariposa de grande, que vuela y vuela. Solo algunos llegan a salirse de su radio de vuelo, de su diámetro mental en el cual se mueven sin saber, el que despega de ese radio, de ese diámetro será llamado loco, enfermo, desquiciado, raro, borracho, quizá drogadicto, los genios de esta tierra en algún momento fueron llamados así.
Es una escala, una escalera, un podio, donde siempre nacemos terceros como mínimo, con ese ego que nos pone terceros como poco, donde evolucionamos y subimos un puesto, un escalón, un nivel en cualquier escala, donde ya no somos terceros, sino segundos, estamos mas cerca de la gloria, mas locos, mas enfermos, mas desquiciados, mas raros, mas borrachos, mas drogados también.
¿Y ahora, quien se anima a llegar tan alto? ¿Hasta donde nos permitimos salir del radio, del diámetro mental humano?
Llegar hasta la “pole position” no lo hacen muchos, tampoco son contados con los dedos, pero viven en la eternidad, y son los mas frecuentados por los “casi genios” de la tierra, los que intentan llegar a ser pero nunca lo son, por el simple hecho de que viven de los genios, quizá como yo o como vos, que difícilmente lleguemos a ser de esas bestias terrestres humanas que se permiten volar mucho mas allá de su diámetro, y que por eso mismo llegan al primer puesto, al escalón mas alto de la escalera, el máximo nivel de cualquier escala, los que ya no son llamados ni locos, ni enfermos, ni desquiciados, ni raros, ni borrachos y mucho menos drogadictos, ya son genios que viven y vivirán en la eternidad.
Y ahí si que podemos hablar del futuro, porque ellos siempre estarán.