
Podrida de vos,
Sofocada de tu presencia,
Harta de mis pies limpios
Y mis manos cuidadas
Harta de mi rutina reventada
De la moneda que no pasa
Harta de mi gusto marcado
De la vainilla clásica
Harta de mi sombra
De el barrilete que tengo atado
Harta de mi espalda quebrada
De la magia que nunca pasa
Harta de gritar sin vos
De no tenerte junto a mí
Harta del infierno encantador
De no poder salir
Harta de mis sueños
De mi mar contaminado
Harta de mis miedos
De ahogar mí llanto
Harta de mi fracaso
De la mitad del vaso
Harta de mi maldito aro
De ese estupido adorno
Harta de mi segundo cerebro
De este rodete absurdo
Harta del elogio obvio
De mis ojos claros
Harta de estar torcida
De dejar pasar la realidad
No hay comentarios:
Publicar un comentario