Simplemente no quiero ser una sombra, ni aquel idolatrador que nunca vive el hoy, sin sentido común ni sinceridad, ni quiero encerrarme en mi, tan pobre y rodeado de mi mediocridad, no quiero sentir la música pasar sin sentido alguno, sin sentir lo que siempre siento, ni quiero coquetear una mina por locura de mis ojos en un recital. No quiero zafar de la parte loca del artista, de su creatividad y su euforia, su sentir, ni quiero vivir de él por el resto de la eternidad. No puedo agarrar mis sentires y dejarlos sentados en un sillón, ni puedo intentar bloquear mis dedos cuando quieren tocar, no puedo estipular con un futuro incierto, ni puedo predecir el destino, aunque así lo quisiera. No puedo iluminar el camino, ver más allá, las huellas ya escritas, ni puedo enfrentarme a mi mismo por lo que siento, por lo que pienso o hago, no puedo crear un ser que no existe, un fenómeno virtual, ni puedo ser yo en medio de tanta oscuridad, entre tanta tan poca luz y enfermedad. No creo ser yo cuando tomo o fumo, tan inconciente y descerebrado, ni creo tener verdades cuando me refugio en el mas allá, no creo vivir cómodo entre piedras, entre tanta dureza, ni creo dejar respirar mi piel cuando ando en la ciudad, no creo poder hacerme doble ante la necesidad de estar acá y allá, ni creo crecer sin dejarme ser, no creo morir de angustia si no estas, sin mascar mas de tu verdad, ni creo ensuciar tu personalidad cuando estoy de mas. No siento sofocar al delincuente gritando que me esta robando, ni siento poder cambiarlo, no siento tomar de mas cuando estoy feliz, tan metido en lo que soy, ni siento entusiasmarte cuando dejo de hacerlo, no siento que sin sentir te haga sentir a vos, siempre ajeno a mi dolor, ni siento alcanzar tu gloria alguna vez. No siento verte dejar vencer por un infeliz, haciendo lo posible para hundirte, ni siento estar ayudándote con él, no siento alzar un grito cuando mas es necesario, cuando realmente hay que hacerlo, ni siento no poder cambiar mi actitud para llegar a ser un guerrero.
