
Soy como una pluma en el viento, él me hace sentir su onda y ya casi me atraviesa. Deslizándome en él te encontré, sos otra pluma que vuela como yo.
Mis dedos crecen como ramas de un sauce y te alcanzo a tocar.
¿De que ave saliste con ese lacio?
Me gusta como bailas y como te enredas, giras a mí alrededor, miras como giro, me haces parte de tu baile. El giro se detiene, y nuestros ojos, que no sabemos donde están, nos dicen que se encontraron tan cerca que casi se tocan, no tenemos nada para decir.
Más alto no se puede ir y no merecemos bajar.
Tus piernas (mi nuevo Dios) resurgieron el baile, cuesta seguirlas, ya dejamos de girar pero no paras de moverte, y yo con vos.
Exploramos nuevas sensaciones, poco a poco nos hacemos uno, no hay nada que nos pueda hacer parar, la menta está liberada y el corazón abierto de gambas.
Caímos sin bajar, el baile ahora es horizontal, el giro también, mi cuerpo pide más, el tuyo se lo da, tu cuerpo escupe verdad, el mío tampoco deja de salivar.